Edificios modernos y clásicos de Buenos Aires
08/09/2017La Nación realizó una nota sobre edificios porteños de la segunda mitad del siglo XX y una de sus fuentes fue Izrastzoff Compañía Inmobiliaria.
CompartirEl hecho de contar con cerca de cinco décadas en el mercado inmobiliario y de realizar desde hace ocho años la revista Fervor x Buenos Aires hizo que Izrastzoff Compañía Inmobiliaria resultara la fuente principal de consulta para la nota publicada hoy en La Nación, bajo el título “Clásicos modernos: los edificios de la segunda mitad del siglo XX que le cambiaron la cara a la Ciudad”.
El texto periodístico repasa las nuevas formas y estilos de construcción, posteriores a la sanción de la ley de propiedad horizontal, que le cambiaron la cara a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, especialmente en edificaciones destinadas a vivienda. Entre el racionalismo y el brutalismo, el artículo repasa emblemas de la capital de los argentinos.
Consultado Iuri Izrastzoff, gerente de Marketing de Izrastzoff Compañía Inmobiliaria y fundador y editor de Fervor x Buenos Aires, revista digital sobre patrimonio porteño, indicó que muchos de los edificios proyectados y construidos entre la década de 1950 y la de 1990 incluida “ya son clásicos modernos por sus buenos planos y su calidad probada por el paso del tiempo”.
Extracto de la nota
“Fernando Fracchia es un testigo privilegiado de esta época de la arquitectura porteña posterior a la sanción de la ley de propiedad horizontal. Socio fundador del estudio Pantoff & Fracchia, también resulta uno de los hacedores que dejaron esta impronta en la ciudad. Con más de 80 años, recuerda sus días universitarios, donde alumnos como él, a la vez que se negaban a la imposición académica del neoclasicismo, tomaban como nuevos gurúes a Frank Lloyd Wright, Le Corbusier, Mies van der Rohe, Walter Gropius, Richard Neutra, Alvar Aalto, Bruno Zevi y Alfredo Casares, entre otros.
"‘Era necesario -dice- alejarse de la secreta tentación de todo arquitecto de mostrar su realización como una producción plástica sin tener en consideración el destino final de la obra’. Ese destino final no era otro que la vivienda o, eventualmente, el lugar de trabajo, lo que suponía proyectar teniendo en cuenta la importancia de la luz, la circulación y la ventilación, más allá de la belleza exterior.
“Junto a Nicolás Pantoff, Fracchia es muy conocido por la Torre Brunetta, también denominada ‘Olivetti’, edificación racionalista que data de 1961 (Suipacha 1111). Pero existe toda una obra de edificios residenciales de estos dos arquitectos. Arroyo 863 (de 1967) es un ejemplo. Con 20 pisos y llamativos voladizos, originalmente fue construida como torre libre, sin apoyarse entre medianeras. ‘Por entonces Arroyo no tenía la calidad de calle terminada -detalla Pantoff-. Frente a la boite Mau Mau levantamos la obra, que fue la primera en el radio céntrico que se hizo con la planta baja libre, sin locales’".
La nota completa, en este link.
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